El perro Akita Americano es un perro audaz y obstinado, naturalmente cauteloso con los extraños pero extremadamente leal a su familia. Son alertas, inteligentes y valientes. Tienden a ser agresivos con otros perros, especialmente con los del mismo sexo. Se adaptan mejor a una familia de un solo perro.
En familia, el Akita es cariñoso y juguetón. Disfrutan de la compañía de su familia y quieren participar en las actividades diarias. Son bocazas y les gusta llevar juguetes y artículos para el hogar. A pesar de la creencia común de que nunca ladran, de hecho son ruidosos, se sabe que gruñen, gimen y, sí, ladran si creen que la situación lo amerita.
Tenga en cuenta que la fuerte personalidad de Akita puede ser abrumadora. No son el perro para un dueño primerizo, y no son para los tímidos. Necesitan un dueño que pueda proporcionar disciplina firme y amorosa.
La actividad es esencial para esta raza activa. Necesitan mucho ejercicio para evitar que se aburran y, a la vez, se vuelvan destructivos.
El Akita naturalmente protector tiene una propensión a volverse agresivo si se le permite, o si no se crían adecuadamente. El entrenamiento del Akita es fundamental, y también lo es una correcta socialización desde una edad temprana. Tenga en cuenta que esta raza es terca, por lo que se necesita más paciencia para enseñarles modales caninos adecuados.